Ha fallecido nuestro poeta de cabecera, nuestro corazón vaga dolido, pero sus palabras serán nuestro consuelo y recuerdo perpétuo, memoria de su optimismo y vitalidad.
Descanse en Paz.
El árbol
Anidador de amoríos,
confidente del silencio,
crecido de mil suspiros,
regado por los mil besos.
Naciste para ser árbol,
árrbol verde
de verdes cielos,
cargado de hierbabuena
aromado de luceros.
Manantial de saciantes sombras
vertidas para el sediento
fuente de las claridades
testimonio de los sueños.
Como constante vigilia
erguido sobre el cemento
te llueves hilos de escarcha
que trenzan los nuevos vientos.
Refugios de pequeñines
abrazador de mil juegos
para nacerte estío
creó por ti el Gran Dueño.
La luna, la blanca luna
te busca para su encuentro
y el sol en su atardecida
te reviste de oro eterno.
Majestuoso de bondades
ramo de rimas y enredos
aventas tus limpios verdes
Para mis ojos y espejos.
Me bebo tus claras sombras
Tus ramas, tus hojas me bebo
y no existe mejor paisaje
Que la cimba de tu cuerpo.
Arropador de amoríos
Confidente de secretos
naciste para ser árbol
árbol verde
de verdes cielos
donde las nanas anidan
para arrullar mis desvelos.
árbol
Un gran poeta con quien tuve la suerte de hacer recitales de poesía y guitarra. Rogaré a Dios por su alma. Profesor Mercury
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