Tras tomar un cafetito para templarnos, en la impresionante Plaza Mayor se nos unió Valle, maravillosa guía local que nos hizo de cicerone por sus calles... Nos llevó a visitar el Palacio, a ver la Fuente Grande (precioso monumento al agua diseñado por Juan de Herrera), el Teatro Lope de Vega y la Iglesia de Santa María.
Comimos unas judías y un estofadito y nos fuimos a ver el Belén Móvil y el museo de las Misiones, la gente quedó encantada.
De vuelta cruzamos Aranjuez pero decidimos ver el río desde la comodidad del bus pues llovía torrencialmente... Hacia las 7 estábamos en casa content@s y satisfech@s de una nueva aventura.
La ciudad pierde sus orígenes en el periodo prehistórico del Paleolítico
medio-superior, fue
Poblado céltico, del que posiblemente herede el nombre tomándolo de la palabra céltica "olca", mezcla quizás de olcades, carpetanos y baceos. Pudo ser la Vicus Cuminarius romana, parada y posta en la calzada que unía Mérida con Zaragoza.
Poblado céltico, del que posiblemente herede el nombre tomándolo de la palabra céltica "olca", mezcla quizás de olcades, carpetanos y baceos. Pudo ser la Vicus Cuminarius romana, parada y posta en la calzada que unía Mérida con Zaragoza.
Su verdadera historia empieza con la reconquista por Alfonso VI, sin batalla alguna ya que,
según se cuenta, entró dentro de la dote de Zaida, princesa árabe que se
convirtió en concubina o esposa de este rey. Repoblada pos sus herederos, Alfonso
VII y VII obtuvo privilegios, fuero y jurisdicción de este último. Comprada
por la orden de Santiago, Ocaña, llegó a su máximo esplendor, ya que fundaron a
partir de ella su Encomienda, que alcanzaba desde esta Villa a Zurita y Uclés. Fue
escenario de grandes acontecimientos como las cortes celebradas por Juan II y
su hijo Enrique IV en los años 1422 y 1468/1469 respectivamente, y en ella los
Reyes Católicos juraron a su nieto D. Miguel. Fue dorada prisión de Isabel La
Católica, exiliada de la Corte y donde encontró, en los caballeros
ocañenses D. Gonzalo Chacón y D. Diego Gutiérrez de Cárdenas, a sus mayores
aliados, presentándole a Fernando de Aragón y convirtiéndose en sus
consejeros y amigos. Estancia de Reyes, acogió a Dª Juana de Castilla y Felipe
apodado "El Hermoso", y a su nieto Felipe II.
Ocaña fue el escenario elegido por Lope de Vega para su Peribáñez y
el Comendador de Ocaña y para Calderón de la Barca en su obra Casa de dos
puertas mala es de guardar. Algunos de sus monumentos fueron inspiración
poética para Bécquer y se convirtió en la morada eterna para Alonso de
Ercilla, escritor de La Araucana. Hoy, Ocaña, muestra a sus visitantes su
historia en sus monumentos, en el paseo por sus calles, en sus gentes, en sus
tradiciones y en su cultura.
La Plaza Mayor es uno de los
monumentos que más llaman la atención de todos los que llegan a Ocaña de visita.
Formada por 70 pilares de sillería almohadillada procedentes de las canteras de
Colmenar, y sobre los que cargan arcos de medio punto de ladrillo, formando
pórticos o galerías por la construcción de dos plantas en las que hay balcones
y buhardillas superiores. Su fachada más larga la forman 18 arcos y la otra 17.
Su grandiosidad sobrecoge y hace recordar aquella memorable frase: "Dónde
está la ciudad de esta plaza".Al entrar desde la calle Mayor, estaba la Real Cárcel (ángulo derecho de la
fachada Este). así como la "Picota o Rollo" (signo jurisdiccional
otorgado en el correr del siglo XII, al pasar Ocaña a la Orden Militar de
Santiago).
Palacio de los Cárdenas: En su portada gótica y bajo un
recuadro con adornos de bolas, campea una gran "S" como las que
figuran en la bordura del escudo. Su interior lo constituye un bello patio rectangular
formado por 18 columnas de piedra octogonales de estilo mudéjar. A su planta
alta se da acceso por una escalera de dos tramos cuyos peldaños son de piedra
berroqueña y todos de una pieza.
Iglesia de San Juan Bautista: De
reminiscencias góticas y mudéjares mezcladas, es el monumento religioso más
valioso de la Villa. Sus orígenes datan de una sinagoga judía, siendo su solar
y parte de la fábrica aprovechados para construir una Iglesia cristiana que se
dedicó al Bautista, cuya estatua en piedra fue colocada en la parte superior de
la puerta principal del templo en 1634. Las tres naves originales están
cubiertas por cinco bóvedas ojivales y a los pies se adicionó una capilla
dedicada a Santa Ana, más tarde de las Ánimas.
Iglesia Parroquial de Santa María: Sus orígenes se remontan a una antigua mezquita
obra del siglo XII, no sería hasta 1123 cuando queda totalmente consolidada la
situación y es entonces cuando se levanta un primitivo templo mudéjar. La
antigua torre, aunque camuflada bajo una envoltura renacentista, esconde en su
interior un auténtico "almenar".
Torre de la Iglesia de San Martín: Impresionante torre de estilo herreriano situada
a los pies de la desaparecida iglesia. Fue labrada entre los años 1562 y 1577.
Convento de Carmelitas Descalzas
(San José): Fue fundado por Doña María de Bazán (esposa de D.
Alonso de Ercilla, caballero del Hábito de Santiago) con licencia del Excmo.
Sr. Cardenal Alberto, Arzobispo de Toledo y con aprobación del Ayuntamiento. La
iglesia tiene planta de una nave. El crucero es de planta cuadrada con una
cúpula semiesférica y tres tramos de nave con bóveda de medio cañón con
lunetas.
Convento de Sta. Catalina de Sena
(Dominicas): De estilo
relevantemente renacentista, es
el tercero de religiosas existente en esta Villa, fundado el 8 de junio de 1571 por Doña Catalina de Guzmán y Vargas (viuda del ilustre capitán Maldonado, e hija de Don Manuel de Guzmán y Doña Inés de Vargas). Digno de mención es la sillería del coro de antiquísima construcción.
el tercero de religiosas existente en esta Villa, fundado el 8 de junio de 1571 por Doña Catalina de Guzmán y Vargas (viuda del ilustre capitán Maldonado, e hija de Don Manuel de Guzmán y Doña Inés de Vargas). Digno de mención es la sillería del coro de antiquísima construcción.
Convento de Santa Clara: Es el más antiguo de los que se fundaron en Ocaña
y que bajo la advocación de Santa Clara (de la orden de San Francisco), fundara
el año 1515 Doña Catalina Román.
Convento de los pp. Dominicos: En un solar propiedad de Da Leonor de Tobar
lindante con la antigua muralla -según la Real Cédula de 24 de diciembre de
1530)-, se empezó a construir este Convento terminándose las obras en el año
1542. Iglesia de planta rectangular de tres naves con ábside poligonal y seis
capillas protegidas con artística rejería.
Rollo de Justicia o
Picota: Obra del siglo
XV de estilo gótico (copia del existente).
Consiste en un haz de ocho columnas de piedra caliza. En la parte central de
los fustes, al igual que en los capiteles, hay un grueso collarino decorado con
perlas.
Teatro Lope de Vega: Primeramente fue Colegio, posteriormente Cuartel
de Caballería, más tarde Escuelas Públicas y, por último Teatro. Su fundación
se remonta al año 1558. Muchas fueron las utilidades dadas a este primitivo
Colegio (llegó a albergar un Cuartel de Caballería), así por ejemplo en 1767 y
tras la expulsión de los jesuitas de España por Carlos III, el citado Colegio
quedó convertido en Escuelas Públicas, hasta que el 25 de diciembre de 1832 la
Sociedad Benéfico Dramática de Ocaña construyó en dicho edificio un Teatro.
Fuente Nueva o Fuente Grande: Bello ejemplar de la arquitectura. En justicia
puede calificársele como "El Monumento al Agua". Esta fábrica de
utilidad pública se empezó el año de 1573 y acabose en 1578. Su diseño se
atribuye a Don Juan de Herrera, el gran arquitecto de Felipe II.
Fuente Vieja : En un antiquísimo documento se dice de ella que
data de la "decimoquinta centuria", aunque también en muchos de ellos
se la cita afirmando que su origen es tan antiguo y remoto como el de la Villa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario